Foto: Mª Dolores Hernando Robles

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Museo Museo Nacional de Antropología
Inventario CE20218
Clasificación Genérica Pintura; Actividad agrícola; Actividad ganadera; Mitología; Edificios residenciales; Indumentaria
Objeto/Documento Cuadro
Autor/a Toaquiza, Luz (Lugar de nacimiento: Cotopaxi, 03/03/1991)
Título Cosecha de cebada en minga y pastoreo en los Andes del pueblo kichwa.
Materia/Soporte Piel de borrego
Pintura acrílica
Bastidor: Madera [de laurel, pino o eucalipto]
Clavo: Metal
Cordón: Fibra textil sintética verde
Técnica Pintura acrílica
Curtido
Claveteado
Dimensiones Altura = 35 cm; Anchura = 45 cm; Profundidad = 2,50 cm
Descripción Cuadro de formato horizontal con representación de cosecha de cebada en primer plano a la derecha. Aparece un campo de cebada amarillo y cuatro mujeres y cuatro hombres con hoces en las manos segando. Todos llevan sombrero blanco, excepto una mujer que tiene un sombrero azul, las mujeres llevan falda y camisa y los hombres pantalones y camisa, de colores variados. En el suelo se disponen montones de cebada, así como dos ponchos rojos, un chal fucsia y otro blanco. Un hombre y una mujer de espaldas observan la escena, ella lleva chal fucsia y él poncho rojo, ambos tienen sombreros blancos. Al lado hay un campo de cultivo de color verde oscuro y junto a él otro campo de cebada, rodeados por un río. A la izquierda una mujer conduce a dos llamas, una marrón con la cabeza y el cuello blancos, cargada con fardos de color azul y otra blanca con leña. En el centro hay tres llamas (dos marrones y una blanca) y trece ovejas blancas, a su lado está el pastor. Tras ellos un hombre de espaldas conduce a dos llamas blancas, una de ellas transporta atados de cebada en el lomo. Al fondo a la izquierda hay casas de adobe con el techo de paja, campos de cultivo, así como personas de espaldas, y se alza un gran volcán con la cumbre nevada. En el centro al fondo hay otra escena de pastoreo, dos aves de color fucsia, campos de cultivo y un cerro. A la derecha distinguimos otra escena de pastoreo, personas de espaldas, campos de cultivo, así como un volcán más pequeño. En la parte superior hay un gran cóndor y sobre él una mujer con falda negra, chal fucsia y sombrero blanco. En el cielo hay aves, nubes y el sol.
El soporte de la pintura es piel de borrego clavada al bastidor en la zona exterior, donde tanto el bastidor como la piel están pintados de negro. En la trasera hay un cordón verde sujeto con dos clavos, para suspensión.

Clasificación razonada:
El arte Tigua surge en Ecuador en la década de los 70 del siglo XX, en las comunidades de la región de Tigua (provincia de Cotopaxi). Olga Fisch, coleccionista y marchante húngara, al admirar las pinturas que decoraban los tambores empleados por las comunidades kichwa en la fiesta del Corpus Christi, propone a los futuros pintores emplear los mismos motivos en un nuevo soporte, los cuadros, que eran más fáciles de transportar y también más fáciles de vender a los occidentales. Aunque el soporte era distinto, el material seguía siendo el mismo, ya que la piel de borrego de los tambores se empleó como lienzo en los cuadros. La piel de borrego para el lienzo antes era procesada y curtida en casa, ahora muchos la compran ya preparada, como en este caso, de esta forma se impide que los cambios climáticos cuarteen la superficie del cuadro o que se desprenda la pintura. Al principio, utilizaron como pintura las mismas anilinas que empleaban en el teñido de la lana, pero pronto comenzaron a utilizar esmaltes y pintura acrílica, actualmente algunos pintores como Alfredo Toaquiza, el padre de la autora, emplean óleo en sus obras.
Los precursores del arte Tigua fueron los hermanos Alberto y Julio Toaquiza. La familia Toaquiza ha sido la más influyente en el desarrollo de esta forma de expresión artística. Alfredo Toaquiza, uno de los hijos de Julio, es hoy día el pintor más reconocido. Alfredo es propietario de una galería dedicada a la pintura de Tigua, donde podemos encontrar sus cuadros y las obras de otros pintores como Luz Toaquiza.
La pintura en Tigua era al principio una actividad masculina. Cuando el arte comienza a ganar importancia como recurso económico, las mujeres empiezan a ayudar a sus maridos o padres a pintar. A finales de la década de los noventa había muy pocas mujeres artistas que firmaran sus obras, algunas pintaban, pero firmaban sus maridos. Normalmente, las mujeres que firmaban sus obras eran hijas, hermanas o esposas de pintores reconocidos. Pero ahora es muy habitual encontrar pintoras que firmen sus obras, sobre todo mujeres jóvenes de la generación de Luz Toaquiza. Las mujeres también han tenido un papel muy importante en la venta de los cuadros, mientras sus maridos pintaban, ellas se encargaban de vender las obras.
Son características del arte Tigua las escenas corales, con multitud de personajes inmersos en el paisaje andino de la provincia de Cotopaxi, así como el empleo de colores intensos y brillantes, y la falta de perspectiva y volumen. Los personajes llevan la indumentaria tradicional, destacando los ponchos rojos de los hombres y los chales fucsias de las mujeres. Aunque los hombres ahora visten con ropas de estilo occidental y el sombrero blanco, común antaño, ahora ha sido sustituido por el sombrero de tipo fedora de fieltro de color oscuro.
El volcán Cotopaxi es el que aparece en la obra a la izquierda, se trata de un elemento omnipresente en el arte Tigua, pero también aparecen otros hitos espaciales como el volcán Tungurahua, situado a la derecha, y el cerro de Amina en el centro. Este cerro es sagrado para los habitantes de la zona, en los periodos de sequía, especialmente entre junio y octubre, realizan una ceremonia en la cima para pedir la esperada lluvia. En el paisaje también se vislumbran los cultivos, los de color verde oscuro son habas, los amarillos cebada, y llamas y ovejas pastando, así como las "chucllas", viviendas tradicionales con paredes de adobe y techo de paja. Estos elementos contrastan con los azules cielos cruzados por nubes y llenos de aves.
Los temas representados con mayor frecuencia son las fiestas religiosas, pero también el ciclo vital o actividades cotidianas tradicionales, como la cosecha y el pastoreo. La cosecha se está celebrando en una minga, un sistema tradicional de solidaridad mediante el cual familiares y amigos ofrecen su trabajo para ayudar a alguien a construir una vivienda o a cosechar, como en este caso. La mayoría de la gente de la zona se dedica a la agricultura de subsistencia, vendiendo en el mercado el exiguo excedente. Cultivan distintas variedades de papa, habas, puerros y cebada, esta última se emplea tostada molida para hacer sopas o se emplea finamente molida para elaborar "chapo", una bebida dulce. También crían ovejas, llamas y cuyes (conejillos de Indias), las ovejas y las llamas son llevadas a pastar a primera hora de la mañana. Todos los miembros de la familia, incluidos los niños, ayudan con las tareas agrícolas y ganaderas.
La leyenda del cóndor enamorado se representa en la parte superior del cuadro. El cóndor es un ave muy importante en el imaginario andino, es un intermediario entre la gente, los ancestros y la Pachamama, la Madre Tierra. A pesar de que en los alrededores de Tigua el cóndor es una especie en vías de extinción y no se ven ejemplares desde hace tiempo, los pintores lo representan frecuentemente, especialmente de esta forma. La leyenda cuenta que una joven se enamora de un apuesto joven que vestía poncho rojo y bufanda blanca, él le dice que quiere enseñarle su casa, entonces se quita el poncho, despliega sus alas y va volando con ella hasta el volcán Quilotoa. La comunidad acude a rescatarla y la llevan a su casa, pero ella estaba enamorada del cóndor y quería volver con él, sus padres la encierran en casa, a ella le crecen alas y acude volando a encontrarse con su enamorado.
El arte Tigua refleja la cultura y cosmovisión kichwa, así como su tradicional modo de vida. Aunque se han producido muchos cambios en su sociedad en las últimas décadas normalmente la mayoría de las pinturas no los reflejan, centrándose en su universo tradicional y, por lo tanto, ofreciendo una visión atemporal.

Bibliografía:
BONALDI, Francesca (2010): Entre dos culturas: Los pintores andinos de Tigua. Quito: Ediciones Abya-Yala.
COLVIN, Jean G. (2004): Arte de Tigua. A reflection of indigenous culture in Ecuador. Quito. Ediciones Abya-Yala.
Inscripciones/Leyendas Trasera, Escritura manual, Español
(2012)
Arte Indígena de Tigua / Ecuador / Titulo: Cosecha de cebada en / minga y pastoreo en los / Andes del pueblo kichwa. / 2012 [Escrito con tinta negra.]
Firmas/Marcas/Etiquetas En la zona inferior del cuadro, en el centro, Escritura manual, Español
Toaquiza, Luz (2012)
Luz Toaquiza / 2012 [Escrito con pintura blanca.]
Datación 2012
Contexto Cultural/Estilo Kichwa
Lugar de Producción/Ceca Tigua Chimbacucho (Cotopaxi, Ecuador)
Lugar de Procedencia Galería de Alfredo Toaquiza, Tigua Chimbacucho(Cotopaxi, Ecuador)
Lugar Específico/Yacimiento Galería de Alfredo Toaquiza
Historia del Objeto Esta pieza forma parte de una colección de objetos adquiridos en un viaje realizado a Ecuador por técnicos del Museo de los departamentos de América y Documentación en noviembre-diciembre del año 2012. La colección fue donada por Cauri. Asociación de Amigos del Museo Nacional de Antropología.
Forma de Ingreso Donación
Fecha de Ingreso 10/04/2013
Catalogación Alonso Pajuelo, Patricia
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Foto: Mª Dolores Hernando Robles

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